Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)

Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)

24 de septiembre de 2009

Lo que la Biblia dice realmente sobre la homosexualidad


Estos días he aprovechado para releer este libro del profesor D. Helminiak, doctor en Teología y Psicología. En un estilo bastante sencillo consigue explicar un tema bastante complicado. El autor hace un repaso a esos textos bíblicos que son lanzados contra nosotros, los homosensibles, partiendo del relato de Sodoma hasta llegar a los textos paulinos, pasando por el libro del Levítico. Su análisis de Rm 1, 18-32 es muy acertado, poniendo de relieve la gran novedad del cristianismo en relación al judaísmo (y a las religiones paganas del momento): si antes era la pureza ritual lo que importaba, con Cristo es la pureza del corazón la que hay que buscar.

Esto es una buena señal de alerta, porque siempre está presente la tentación de buscar refugio y seguridad en ciertas normas de “pureza ritual” o, incluso, de “pureza social”. ¿Nos atreveremos nosotros a vivir la libertad de los hijos de Dios?

Creo que la lectura de este libro es interesante, para todos los sexos y tendencias afectivas; descubrir la Palabra de Dios es descubrir cosas sobre Dios mismo y lo que El creó a su imagen y semejanza, es decir, el ser humano.

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