Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)

Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)

30 de noviembre de 2009

Todos los dias son el 1 de diciembre

Jesús se paseaba una tarde con sus discípulos cuando pasaron cerca de un local; junto a la puerta, un cartel que decía “Centro de acogida de seropositivos”. Al ver esto, uno de los Doce dice a Jesús: “Maestro, si estos están enfermos, ¿es porque ellos han pecado o porque han pecado sus padres?” Jesús le mira y le responde: “Ni ellos ni sus padres; pero en ellos ha de manifestarse la acción de Dios”. Los discípulos quedan en silencio, esperando que Jesús haga un milagro. Después de un buen rato de este silencio expectante, Jesús toma la palabra y dice a todos: “¿Qué esperáis? Sois vosotros quienes lleváis la acción de Dios. Vuestras manos son ahora mis manos: id a ellos y llevadles la esperanza. No os limitéis a los enfermos, id también hacia aquellos que pueden a su vez ser infectados. No les juzguéis, hablad lo justo, pero que vuestra mirada y vuestra acogida sean testimonio del amor incondicional del Padre: realizad así la acción de Aquel que me envió, y en cuyo Nombre yo os envío”.

(Adaptación libre (?) de Jn 9, 1-4)

4 comentarios:

brigit dijo...

Bravo y muchos besos de tu hermana de Paris!!

Brigit

Manuel, hermano de la Communion Béthanie dijo...

Muchas gracias, mi hermana!

Juan dijo...

Hola, Manuel, y hola a todos los blogueros que podáis leerme. Aunque sospecho que llevas mucho tiempo en esto del blog, yo acabo de conocerte/conoceros. Y me alegro mucho. He buscado durante años gente que hubieran sido capaces de leer su homosexualidad desde Jesús. Poco a poco me pondré a ller lo que aparece por aquí y también poder hacer mis comentarios, si me lo permites. Soy Juan, vivo en Sevilla, soy laico y me han sorprendido en un primer vistazo dos cosas de este blog: El título que me parece una metáfora bellísima de mi vida y el comentario que haces de este pasaje del Evangelio, un fragmento que para mí ha significado mucho en mi vida de conversión. La reflexión que haces de él me ha llegado. Gracias. Prometo seguir en contacto. Un abrazo, hermanos.

Manuel, hermano de la Communion Béthanie dijo...

Hola, Juan! Muchas gracias por tu comentario; siempre es agradable tener respuesta a lo que aqui intento expresar. Asi que ya sabes, siempre seras el bienvenido.
Este blog es muy jovencito, solo tiene tres meses y medio, asi que lo has descubierto en sus balbucimientos. Espero poder dedicarle un poco mas de tiempo, y de energia.
Un fuerte abrazo. Fraternalmente
Manuel, CB