Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)

Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)

6 de noviembre de 2009

Una oración de J. Calvino

Dios mío, mi Padre y Salvador,
ya que has querido conservarme por tu gracia
durante la noche que acaba de terminar
hasta este día que comienza,
haz que en él yo esté
todo entero a Tu servicio.
Y que yo no piense,
no diga y no haga nada
que no sea para agradarte
y obedecer a Tu santa voluntad,
para que todas mis acciones sean
para la gloria de Tu Nombre
y la salvación de mis hermanos.
Y, de la misma manera que en esta vida terrestre
Tú haces brillar el sol sobre el mundo,
ilumina mi inteligencia con la claridad de Tu Espíritu,
para que El me guíe en el camino de la justicia […]
Haz también, Señor,
que mientras trabajo por mi cuerpo y por la vida presente,
eleve mi alma más alto,
hasta esta vida celeste y bienaventurada
que tu reservas a Tus hijos.

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