Reconozco que sin avisar me he tomado unas largas vacaciones de navidad. Hubo quien preguntó si el frasco de alabastro se había quedado vacío, o si se había roto definitivamente, pero podéis ver que ni una cosa ni la otra. Como si de un período de hibernación se tratase, vuestro servidor acaba de despertarse, dispuesto ya a retomar su puesto. Sin embargo, eso no quiere decir que haya olvidado a los lectores en mi oración, y espero no haber desaparecido yo de la vuestra. Venga, nos encontramos mañana, que nos vamos de boda…
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)
Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)
2 comentarios:
Ya me habías preocupado... Un fuerte abrazo
Ya ves que sigo aqui, fiel al puesto ;) Un abrazote enorme, Mudejarillo.
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