Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)

Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)

21 de julio de 2010

María de Magdala


De María Magdalena los evangelios no hablan mucho, apenas unas líneas. Pero nos dicen cuatro cosas importantes: que era una mujer a la que Jesús había liberado de siete demonios (vamos, que no era una persona muy recomendable), que pertenecía al grupo de los seguidores del Maestro, que fue fiel en las horas sombrías de la cruz, y que fue la primera en recibir la noticia de la Resurrección, la primera en ver al Resucitado, la primera en anunciar esta noticia a los apóstoles y los otros discípulos. ¡Casi nada!

Si un día tengo que llorar quiero hacerlo como ella: llorar de gozo por la liberación de todo aquello que me impide amar (lo cual no quiere decir liberarme de mi homosensibilidad), llorar en compañía del Señor y de sus seguidores, llorar de com-pasión por el dolor ajeno, y llorar de alegría; sobre todo llorar de alegría, porque Jesús de Nazaret está vivo, y porque podemos anunciarlo con nuestra voz y nuestra vida.

Así que, después de darle gracias a Dios por María de Magdala, le pido que todos podamos llorar un día no como una magdalena, sino con la Magdalena. ¡Feliz día!

3 comentarios:

Mudejarillo dijo...

Sencillamente precioso,
Un abrazo

Manuel, hermano de la Communion Béthanie dijo...

Pues muchas gracias! Un abrazo enorme para ti!

Anónimo dijo...

Maria Magdalena: Tiemblo ante tí.Contemplo en silencio tu caninar al lado del Señor.
Sigue protegiendo a mi Orden y danos fuerzas para estar cerca de los despreciados y marginados de la spciedad. fray Bernardo.