Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)

Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)

1 de mayo de 2010

5 domingo de Pascua

Del evangelio según san Juan (13, 31-33a. 34-35)

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
- Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará.
Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.

Seamos claros: el Señor no nos puede pedir imposibles, ni pretender hacer del hombre un dios frustrado. Amar como El nos ama no es cuestión de cantidad, sino de calidad. Jesús ama con toda su capacidad divina; a lo que nos invita es a amar con toda nuestra capacidad de hombres y mujeres… Y ya es bastante, ¿no os parece?

1 comentario:

Víctor M. Fdez. dijo...

¿Cómo amó Jesús? Digo así, de forma concreta... Llevo todo el día preguntándomelo, para saber amar como El amó...