Este tiempo de Cuaresma no suele coincidir con vacaciones. Además, la liturgia y los autores espirituales nos bombardean con diferentes consignas: haz esto, haz lo otro… Sin embargo puede que uno de los secretos de la Cuaresma sería el de saber parar un poco…
Detente, ¿a dónde corres? El cielo está en ti:
y buscar a Dios afuera
es siempre dejarle plantado.
El Reino de Dios está en nosotros.
Y si tú posees ya en esta tierra un Reino en ti,
¿porqué temer el caer en la pobreza?
No estoy fuera de Dios,
Dios no está fuera de mí:
yo soy su brillo y su luz, y El es mi vestidura.
Angelus Silesius (1624-1677)
1 comentario:
Pues tienes toda la razón... echo también en falta silencio, sosiego, encuentro personal...
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