Veamos, no me gusta nada esta fecha: el día de los enamorados me hace pensar a Conchita Velasco y a los anuncios del Corte Inglés o de Galerías Preciados. Vaya, que es una cosa completamente comercial y que vende una imagen del amor un poquillo alejada de la realidad. ¡El mismo san Valentín tiene que flipar de ver la que se organiza bajo su nombre!
Pero como todo tiene su aspecto positivo, hoy aprovecharé para orar y dar gracias por esas parejas homosensibles, cuyos compromisos de amor les hacen testigos y testimonio del amor que Dios tiene hacia su Iglesia, y hacia cada uno de nosotros. Oraré con y por ellos y ellas, y esta tarde terminaré mi oración con un “Te Deum”.
Gracias, Señor y Padre, porque nos has dado la capacidad de amar y de ser amados. Gracias porque nuestra forma de amar, incluso si no es bien comprendida, ni aceptada, es un regalo que Tú nos haces cada día y que habla de Ti. Enséñanos a amar mejor a aquel/aquella que Tú has puesto a nuestro lado. Amén.
1 comentario:
Amén.
Publicar un comentario