
Pero como todo tiene su aspecto positivo, hoy aprovecharé para orar y dar gracias por esas parejas homosensibles, cuyos compromisos de amor les hacen testigos y testimonio del amor que Dios tiene hacia su Iglesia, y hacia cada uno de nosotros. Oraré con y por ellos y ellas, y esta tarde terminaré mi oración con un “Te Deum”.
Gracias, Señor y Padre, porque nos has dado la capacidad de amar y de ser amados. Gracias porque nuestra forma de amar, incluso si no es bien comprendida, ni aceptada, es un regalo que Tú nos haces cada día y que habla de Ti. Enséñanos a amar mejor a aquel/aquella que Tú has puesto a nuestro lado. Amén.
1 comentario:
Amén.
Publicar un comentario