
He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
(Mt 28, 20)
No es cuestión, pues, de un suceso extraño acaecido hace unos cuantos siglos; es más bien una nueva presencia del Señor cada día en la vida de cada uno…
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, muy caro; rompió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús… (Mc 14, 3-9)
Jésus se trouvait à Béthanie, chez Simon le lépreux. Pendant qu'il était à table, une femme entra, avec un flacon d'albâtre contenant un parfum très pur et de grande valeur. Brisant le flacon, elle le versa sur la tête de Jésus... (Mc 14, 3-9)
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