En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:- El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.

Ya con la primera frase de este texto me quedo sin palabras: “haremos morada en él”… Ante este misterio, ¿qué decir? Darle gracias a este Dios, Uno y Tres, que no mira si somos gays, heteros, o trans para venir a vivir en cada uno de nosotros. Su paz sobre Su pueblo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario