Porque un Niño nos ha nacido,
un Hijo nos ha sido dado;
el poder reposa sobre sus hombros,
y su Nombre significa
Maravilloso, Consejero, Dios fuerte,
Padre eterno, Príncipe de la Paz.
(Is 9, 6)
Y este Consejero no puede hablar todavía, este Dios fuerte está envuelto en lienzos y pañales, este sobre cuyos hombros reposa el poder es un bebé… Espero que algún día llegaremos a comprender la profundidad del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.
Que la Paz abunde en nuestro interior, y que seamos capaces de compartirla a nuestro alrededor. ¡Feliz Navidad!
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